DESGARRO INFINITO

 

La cortina de agua no es solo un espectáculo de luz y movimiento, es un acto de resistencia, instante tras instante, luchando por no desgarrarse, por mantenerse entera.

 

Cada gota quiere aferrarse a las otras, trazar juntas la ilusión de una tela líquida, siempre al borde de romperse.

 

Así vive, entre el ser y el deshacerse, en una coreografía cíclica que nunca se repite igual. La cortina de agua no teme romperse, porque ha aprendido que su belleza está en la persistencia de volver.

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